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Pulsa en este enlace para ver las notas completas del episodio.
El programa de hoy ha sido inspirado por una conversación reciente con una asesora en el que hablamos sobre la situación de los despachos en el momento en el que dos generaciones están condenadas a entenderse a la hora de liderar la asesoría.
Aunque es inevitable hablar de tensiones y dificultades, permíteme que empiece con algo positivo en relación con este asunto.
Índice de este artículo
ToggleSeamos positivos
Realizar el traspaso generacional de un negocio a la siguiente generación es un éxito personal y profesional del empresario, digamos veterano, que a veces no es valorado por la siguiente generación.
Y aunque esto va por barrios, al final no queda otra que entenderse y hacer un acto de generosidad por ambas partes intentando por todos los medios pensar en el futuro del despacho y de las familias que dependen de el.
Visto desde la veteranía
Desde el punto de vista veterano, me he encontrado mucha resistencia a cambios sugeridos por la siguiente generación. Normalmente, me encuentro con la frase: “Muy mal no lo habré hecho cuando he tenido abierto el despacho, veinte, treinta o cuarenta años”.
Y no le falta razón, porque seguro que ha asesorado a cientos de empresas y ha visto abrir y cerrar a muchas empresas mientras el despacho seguía al pie del cañón.
Pero de la misma forma que en su momento era inviable crecer o simplemente mantenerse llevando una contabilidad con máquina de escribir y el fax como herramienta de comunicación y todo el mundo tuvo que evolucionar ahora mismo también hay margen de mejora que no hay que dejar pasar.
Desde el punto de vista de la nueva generación
Mirando desde el prisma de la siguiente generación, algunas veces me encuentro con una aptitud disruptiva y eso produce mucha fricción.
Y no es que le falte razón, es necesario hacer los cambios, pero todo tiene que ser armonizado. Tenemos que ser capaces de sumar tradición más innovación.
Las nuevas generaciones tienen un as en la manga y es la energía para adaptar el despacho a los retos que se presentan en la actualidad.
Uso de la tecnología
Tenemos una competencia feroz que nos obliga a ser eficaces en nuestro trabajo. Ya no se cuentan con los mismos márgenes, se tiende a incluir en la cuota cada vez más servicios, los costes han aumentado mucho y no hacer nada no es una opción.
Y en esta tarea tenemos la tecnología de nuestro lado. La automatización de procesos nos va a permitir consolidar el futuro del despacho y para esa tarea es indispensable que la nueva generación se ponga manos a la tarea.
Entendimiento y sentido común
Lo ideal es aplicar el sentido común, serenidad, análisis y afrontar los cambios necesarios que hay que realizar teniendo en cuenta, principalmente, atender lo que quiere el cliente.
Y en este sentido, tenemos por un lado una cuota intocable y por otro lado un cliente que quiere todo incluido en ella aunque el trabajo realizado sea mayor. Y también por otro lado, tenemos a la administración que no lo pone fácil y que, al final, parece que trabajamos para ella.
¿Y qué podemos hacer?
Nosotros tenemos, por un lado establecer nuevos servicios como te comenté en el episodio #003 Aumenta los ingresos del despacho sin subir la cuota de tu cliente y por otro lado optimizar los procesos.
Voy a poner algunos ejemplos:
- Si nuestro cliente tiene ya una estructura administrativa, podemos trasladarle la parte contable para que tenga en tiempo real el estado de las cuentas. Esto genera mucho miedo a los despachos porque se tiene la creencia de que dejarán de contar con nuestros servicios y eso es un error. Las empresas muchas veces necesitan tener la información en unos plazos que no le podemos ofrecer y trasladarle esa parte quedando con la parte de consultoría y evidentemente conectando el sistema contable con el despacho conseguiremos aliviar la carga de trabajo del despacho. Evidentemente esto no lo podemos hacer con clientes pequeños.
- Para clientes pequeños, podemos optar por conectar el programa de facturación del cliente final con el despacho. De esa forma, nos ahorramos la contabilizar las facturas de compra y venta, así como los cobros y los pagos.
- También podemos entregar una App al cliente final para que pueda escanear (lo que viene siendo hacer una foto) las facturas para que automáticamente se presenten en la contabilidad de ese cliente en el despacho.
Todo esto representa un enorme ahorro de tiempo que podemos dedicar a analizar con más detalle a los clientes, poner en marcha la web y escribir artículos, captar más clientes que compensen la subida de cuotas, etc. etc.
Conclusiones
Estar en el punto de transición donde dos generaciones conviven en el día a día en un despacho es un éxito personal de todos, por un lado tenemos la veteranía que da la experiencia y que nos permite no cometer errores del pasado como el aporte de energía, nuevas formas de hacer y optimizar los procesos que hay que llevar a cabo para que el despacho dure tanto como para que otra nueva generación vuelva a hacerse cargo y ese, sí que es un reto muy difícil.
La combinación de Tradición + innovación es el secreto para que este desafío generacional acabe en buen puerto.
¿Y tú? ¿Te encuentras actualmente en un proceso de transición generacional? Pues déjalo en los comentarios.