La implementación de la factura electrónica está revolucionando la relación entre las asesorías y sus clientes. Aumenta la eficiencia, reduce errores, mejora la colaboración y facilita el cumplimiento normativo. Aunque presenta desafíos como la resistencia al cambio, sus beneficios superan con creces los costes iniciales, ofreciendo mayor seguridad, ahorro de tiempo y mejora en la comunicación entre ambas partes.